A partir del 2 de abril iniciará en el mundo una Guerra Comercial con aranceles, esos impuestos que Estados Unidos ha traído de vuelta de la mano del presidente Donald Trump y que tiene el potencial hasta de desatar una recesión planetaria.
Se estima que, si se aplican aranceles del 25 por ciento, que son las medidas que se impondrán, el costo para la economía mundial podría alcanzar los 1,4 billones de dólares.
Desde el 2 de abril impondrá aranceles recíprocos y en ese caso, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que anunciarán “aranceles en base a cada país”, aunque eso puede ir en paralelo a tarifas específicas por sector.
“Cualquier país que se haya comportado de forma injusta con los estadounidenses debe esperarse a recibir un arancel a cambio el miércoles”, añadió.
De acuerdo con el diario económico The Wall Street Journal, los asesores del presidente abogan por unos aranceles generales del 20 por ciento para casi todos los socios comerciales de Estados Unidos.
El jueves 3 de abril también está previsto que entren en vigor aranceles del 25 por ciento a todos los automóviles importados a Estados Unidos, para reducir el déficit comercial y fomentar la producción nacional en la industria.
Para los analistas de Goldman Sachs, los precios de los automóviles en Estados Unidos podrían aumentar entre 5.000 y 15.000 dólares por este nuevo impuesto.
Exportaciones Foto:Suministrada
Además, los fabricantes de automóviles que operan en Estados Unidos podrían enfrentar incrementos en los costos de producción, un aumento de entre 3.000 y 8.000 dólares en el ensamble de vehículos.
¿Cómo afecta a Colombia y que pasará en el futuro?
En respuesta, la Cámara de Comercio Colombo-Americana (AmCham Colombia) elaboró un análisis con especial énfasis en Colombia. Ese documento examina las implicaciones específicas para el país, destaca las áreas de preocupación señaladas por el USTR y propone recomendaciones para abordarlas.
«Colombia se ubicaría en un nivel de preocupación bajo-medio, una posición estimada 16 a 20 y aunque no está en el grupo de mayor riesgo, el informe NTE 2025 sí advierte sobre “irritantes comerciales” que, si no se abordan, podrían escalar en prioridad», dice Amcham.
Aunque Colombia no figura entre los países con mayores restricciones identificadas, el informe señala diversas preocupaciones en distintas áreas, la primera son los acuerdos comerciales, pues el Tratado de Promoción Comercial (CTPA) vigente desde 2012 ha fortalecido el comercio bilateral y Estados Unidos resalta la necesidad de implementar compromisos pendientes para optimizar su funcionamiento.
En segundo lugar de los retos, está las políticas de importación, ya que persisten demoras en la digitalización de procesos aduaneros, lo que afecta la facilitación del comercio, también están las barreras técnicas y sanitarias. En el caso automotriz, se requiere de una certificación de partes y regulaciones en neumáticos y frenos afectan exportaciones estadounidenses.
«Sobre los cosméticos, las nuevas regulaciones de etiquetado generan preocupación por su falta de justificación técnica para los exportadores colombianos y en lácteos, el requisito de contenido mínimo de ácido láctico en leche en polvo es considerado arbitrario por los Estados Unido. Además el registro de instalaciones extranjeras y las restricciones en la aprobación de plantas afectando exportaciones de carne, aves y mariscos», detalla el documento.
En enero de 2025 las exportaciones del grupo de Manufacturas fueron de US$ 734,7 millones. Foto:Carlos Arturo García M.
En cuarto lugar está la preocupación de la contratación pública, por los requisitos de acuerdos gobierno a gobierno que excluyen a empresas estadounidenses en licitaciones del Ministerio de Defensa.
En quinto lugar, está la preocupación sobre propiedad intelectual, ya que Colombia sigue en la Lista de Observación del Informe Especial 301 debido a deficiencias en la lucha contra la piratería digital y falsificación.
El documento destaca que en servicios, las normas del Código de Comercio dificultan la terminación de contratos con agentes comerciales y en séptimo puesto Estados Unidos objeta el Impuesto por Presencia Económica Significativa (SEP) aplicado a empresas digitales extranjeras, considerándolo discriminatorio.
La ultima preocupación tiene que ver con derechos laborales, pues señalan que persisten alertas sobre violencia sindical en Colombia, impunidad y falta de garantías en negociación colectiva. «Allí Estados Unidos sugiere que se tengan avances en el cumplimiento del capítulo 17 del CTPA y recomendaciones del Departamento de Trabajo», expone Amcham.
Aunque Colombia no está entre los países con mayores inconvenientes identificados, las observaciones formuladas por la USTR representan un llamado de atención que podría derivar en presiones diplomáticas y económicas.
Para mitigar estos riesgos, el Gobierno colombiano podría considerar ajustes en sus políticas regulatorias y comerciales, asegurando mayor transparencia y eficiencia en sus procesos.
Para Amcham que Colombia aparezca en ese informe una sola vez en el documento con un capítulo específico, mientras otros países tienen múltiples referencias y secciones transversales (como en PI, SPS, servicios digitales, subsidios, etc.) pone de precedente las preocupaciones que puede tener el país a futuro.
«Las menciones a Colombia son importantes pero no consideradas estructurales ni sistemáticamente restrictivas. En muchos casos, se habla de retrasos, falta de implementación o posibles soluciones en curso. No se mencionan represalias, ni Colombia aparece en las secciones críticas o en listas como la “Priority Foreign Country List” o con sanciones previstas. Así que Colombia no aparece como país prioritario para represalias, pero sí en condición de “advertencia temprana”», destaca Amcham.
Para la Cámara es importa que el país vea este informe para atender los temas señalados «(Propiedad Intelectual, autopartes, defensa y demás ,ya que podrían escalar en futuras ediciones del informe o en medidas unilaterales», puntualiza Amcham.