Un migrante nacido en México que llegó a Estados Unidos a los cuatro años de edad bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés) viajó a visitar la tumba de su abuelo en marzo y, a su regreso, fue deportado. Ahora, de vuelta en el territorio estadounidense, el miedo a perder su vida en el país no lo deja dormir por las noches.
A sus 40 años, Evenezer Cortez Martínez sufrió una situación que nunca pensó que le tocaría atravesar. Radicado en Kansas City, estado de Misuri, con tres hijos a su cuidado, el hombre trabaja en el sector de mantenimiento del distrito escolar de Shawnee Mission.
Con una vida tranquila en Misuri, el hombre decidió visitar su tierra natal cuando su abuelo enfermó, para lo que solicitó un advance parole, el permiso de viaje que permite que los beneficiarios del DACA salgan del país sin problemas.
En la entrevista, Cortez Martínez señaló que el trámite para obtener el permiso duró meses y su abuelo falleció, pero de todos modos decidió ir a visitar el lugar en el que fue sepultado. El viaje fue un éxito y el hombre no tuvo ningún problema, pero al regresar a Estados Unidos comenzó su suplicio.
El migrante había llegado a Estados Unidos bajo el DACA a los cuatro años de edad. Foto:EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS
El calvario del migrante legal deportado a México
Con el permiso de viaje en mano, el migrante fue abordado por funcionarios de migración en el aeropuerto internacional de Dallas-Fort Worth, en Texas, quienes le dijeron que no podía ingresar a Estados Unidos y lo deportaron a territorio mexicano.
Luego de pasar dos semanas en México, mientras realizaba los procesos legales con su abogada para regresar a su hogar, Cortez Martínez logró volver a Kansas City, pero el temor a ser deportado aún sigue vigente. «Ha sido muy estresante. Yo pensé que lo había perdido todo«, contó sobre su traumática experiencia.