Sáb. May 3rd, 2025
El próximo 7 de mayo de 2025, la Capilla Sixtina se convertirá en el epicentro de una de las ceremonias más solemnes de la Iglesia Católica: el Cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco. 
Sin embargo, en esta ocasión, el Vaticano ha decidido reforzar la seguridad del evento con un despliegue tecnológico que convertirá el espacio en un bunker.

Las principales medidas implementadas

  • Bloqueadores de frecuencia (jammers): eliminan toda señal dentro de la Capilla Sixtina.
  • Películas protectoras anti-drone y anti-láser espía.
  • Barridos electrónicos permanentes: expertos revisarán el lugar antes y durante en busca de micrófonos ocultos.
  • Retiro obligatorio de dispositivos electrónicos.
  • Red de radio encriptada: la Gendarmería Vaticana cuenta con canal de comunicación interna cifrada. 

La ciberdefensa con alianzas internacionales

El Vaticano ha recurrido por primera vez en su historia a realizar alianzas con empresas privadas extranjeras y agencias estatales para blindar digitalmente la Santa Sede.
Entre los socios estratégicos figuran:
– Radure (Israel): tecnología de defensa activa contra espionaje digital.
– La Agenzia per la Cybersicurezza Nazionale: coordina inteligencia cibernética y respuesta ante ataques.
La infraestructura de seguridad es híbrida, es decir, incluye hardware interno aislado y soporte externo en tiempo real.

Instalación de la chimenea: humo negro o blanco

El Vaticano instaló el viernes la chimenea que anunciará desde la Capilla Sixtina que los cardenales de la Iglesia católica elegiran al próximo pontífice. 
Entre cuatro o cinco bomberos de la Santa Sede subieron al hastial del tejado del majestuoso edificio para colocar el humero: un cilindro marrón estrecho en la parte delantera.
Papa

El color del humo es la señal para el mundo de que hay un nuevo papa Foto:Vincenzo PINTO / AFP

Un total de 133 cardenales se encerrarán desde el miércoles bajo los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina para votar al nuevo líder de 1.400 millones de católicos.
Los cardenales quemarán en una estufa las papeletas de la votación para anunciar al mundo el resultado.
Si un papa es electo, el humo es blanco y querrá decir que «Habemus papam».
Mientras no haya un consenso, se queman cada dos sesiones de votación con una sustancia especial que emana humo negro por la chimenea.
Los llamados «príncipes de la Iglesia» celebrarán cuatro votaciones al día: dos por la mañana y dos por la tarde.
El cónclave es una reunión que se remonta a la Edad Media, cuando la idea de elegir a un soberano era una idea revolucionaria.
Las notas tomadas por los cardenales también se queman en la estufa.
AGENCIA EFE

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