Un familiar de un exmiembro de las Fuerzas Armadas decidió, el pasado 20 de febrero, botar a la basura dos lanzacohetes antitanque. El caso acaba de tomar relevancia porque el presidente Gustavo Petro fue quien reveló el hallazgo en sus redes bajo la advertencia de que el artefacto es capaz de romper el blindaje de cualquier carro.
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Entregas voluntarias
Los lanzacohetes hallados en el centro de Bogotá ya habían sido usados y son obsoletos. Foto:Archivo particular
Autoridades le dijeron a EL TIEMPO que nadie sabe cuántas son, pero en decenas de hogares (incluidas haciendas o casas de campo) hay exhibidas u ocultas armas de todo tipo (funcionales o no) que se han convertido en un encarte o en potencial peligro para la vida de otras personas.
A Jorge, exitoso empresario bogotano, un trabajador de “confianza” le robó la pistola 9 milímetros que había dejado de portar tras la prohibición que está vigente en Colombia. Y un joven profesional terminó matando a un ladrón con el arma familiar que sigue guardada.
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El programa de entrega voluntaria recibe armas de todos los calibres, hechizas y bajo el anonimato. Foto:Ejército Nacional Brigada 13
De hecho, el Departamento Control y Comercio de Armas y Explosivos de Colombia (DCCAE), habilitó un programa exclusivo para la entrega voluntaria de estos objetos por parte de personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras: Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas.
Dispendiosos procesos
Según explicaron, esto incluye las llamadas hechizas, artesanales, legales o irregulares, de uso privativo de la fuerza pública o traficadas, así como sus partes esenciales, accesorios o municiones, sin importar su estado de conservación.
Un experto asesor en legalización de armas de fuego ante Indumil y el DCCAE asegura que los casos más comunes son los de cesión del arma por fallecimiento.
El secretario de Seguridad César Restrepo. Foto:Cortesía Secretaría de Seguridad de Bogotá
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Cuando la decisión es entregarla, el proceso se pueden hacer por medio de la plataforma del DDCAE: “El trámite virtual puede ser complicado debido a que la gran mayoría de poseedores de armas son mayores”.
Según la DCCAE, se deben registrar y crear un usuario del fallecido, quien cede y de quien recibe o entrega el arma, mediante el Sistema de Información de Armas Explosivos y Municiones (Siaem).
Si al usuario quien cede no le aparecen armas registradas, debe solicitar el trámite de sincronización. Se debe cargar, además, documentos como registro de defunción, de nacimiento de las partes intervinientes, escrito con firma y fotografías legibles del arma con especificaciones.
Bajo el anonimato
En la DCCAE aseguran que a las personas que hagan la devolución del arma se les garantiza el anonimato, la exoneración de responsabilidad penal, y específicamente, «no se imputará responsabilidad penal por las conductas descritas en los artículos 365 y 366 del Código Penal relacionadas con la fabricación, tráfico y porte de armas de fuego”.
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«Este programa está enmarcado en la política de Paz Total del Estado colombiano, con el enfoque de reducir la circulación de armas y promover la seguridad y convivencia pacífica en el país«, puntualizaron.
En el caso del lanzacohetes, aunque son cascarones sin uso, se investiga por qué el exmilitar lo llevó a su residencia.
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