El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, agregó por error a un periodista en un chat para planear un ataque a Yemen porque tenía su número guardado en la agenda de contactos bajo otro nombre, informó este domingo en exclusiva el periódico The Guardian.
(Vea: ¿Quién es la secretaria de Seguridad Nacional de EE. UU. que asegura que Petro defendió al ‘Tren de Aragua’?)
El chat se filtró porque fue agregado un periodista por equivocación. Foto:Archivo EL TIEMPO / Agencias
Hughes, entonces portavoz de Trump, envió un mensaje de texto a Waltz, que también trabajaba para la campaña, con la solicitud de Goldberg y su número de teléfono.
Entonces, el hoy consejero de Seguridad Nacional guardó inadvertidamente el número del periodista dentro de la ficha de contacto de Hughes.
El Gobierno de Trump vivió una de sus primeras grandes crisis cuando The Atlantic publicó en marzo que uno de sus periodistas fue incluido por error en un chat de la aplicación Signal en el que altos funcionarios discutieron los preparativos de un ataque militar a los rebeldes hutíes del Yemen sin reparar en la presencia del reportero.
La polémica, bautizada como ‘Signalgate’, desató un intenso debate sobre si la información militar compartida por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, era clasificada y sobre si es adecuado debatir planes de alta sensibilidad a través de Signal, una aplicación de mensajería encriptada pero no controlada por el Gobierno.
Mike Waltz. Foto:EFE
El jueves, la oficina del inspector general del Pentágono informó que inició una investigación por el uso de la aplicación de mensajería Signal por parte del secretario de Defensa, Pete Hegseth.
La investigación evaluará «hasta qué punto el secretario de Defensa y otro personal del Departamento de Defensa cumplieron con las políticas y procedimientos de clasificación y retención de registros», según el memorando del inspector general interino, Steven Stebbins.
(Continúe leyendo: ‘Más de 50 países’ piden a Washington negociar los aranceles, dice asesor económico de Donald Trump)
Sin embargo, optó por mantenerlo en el puesto para no dar la satisfacción a The Atlantic de haber forzado la destitución de un alto cargo a pocas semanas de empezar su segundo mandato.