El trágico asesinato de Yaquelin Zabaleta y su hijo Andrés Zabaleta mantiene conmocionado al corregimiento Las Delicias, en Ayapel, un apacible pueblo del departamento de Córdoba, en el Caribe colombiano.
(Además: La intolerancia cobra vida en Barranquilla: joven de 21 años fue asesinado por un menor tras pelea por una mascota)
Yaquelin Zabaleta trabajaba como cocinera en una finca propiedad de José Miguel Demoya Hernández, alias «Chirimoya», un cabecilla del Clan del Golfo abatido recientemente en una operación conjunta entre la Policía Nacional y la DEA.
José Miguel Demoya, alias Chirimoya. Foto:Archivo particular
Esta conexión ha llevado a las autoridades a considerar como posible hipótesis un ajuste de cuentas o venganza por parte del grupo armado.
El general Eduardo Arias, comandante de la Décima Primera Brigada, dijo a los medios de comunicación que el crimen podría estar relacionado con retaliaciones por las acciones contra estructuras del Clan del Golfo en el sur de Córdoba y el Bajo Cauca antioqueño.
(Lea: $8.000 millones dejará de recibir Barranquilla por decisión del presidente Petro de trasladar foro global)
La comunidad local vive momentos de dolor y miedo tras el doble homicidio, mientras vecinos y familiares claman por justicia.
Las autoridades continúan trabajando en la inspección y análisis de la escena del crimen para recopilar pruebas que permitan esclarecer los hechos.
Con la bendición de palmas. Foto: