Un día antes de la posesión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la colombiana Andrea Torres corría por la frontera de ese país con México. Estaba en Juárez, en medio de los caminos por los cuales personas pasan irregularmente para llegar a territorio estadounidense. Su propósito era entregarse a las autoridades migratorias y pedir asilo, pero la travesía terminaría muy diferente a lo planeado: deportada en el primer avión que el presidente Gustavo Petro envió para facilitar el regreso de los connacionales.
(Vea: Deportaron a familia colombiana que había estado por 35 años en Estados Unidos; sus hijas se pronunciaron: ‘Shock’).
Andrea Torres es profesional en contaduría. Foto:Suministrada a EL TIEMPO
Vivir de redes sociales
Ella laboraba en la capital de Antioquia como contadora: “Durante mi estadía en Medellín, muchas personas me preguntaban de qué región era y cuando les decía que era el departamento del Caquetá, había una esquematización porque creen que en Caquetá solamente hay guerrilla”.
Por la pandemia del covid-19 en 2020, la vida dio un vuelco. El contrato de trabajo finalizó, por lo cual debió regresar a su departamento natal, donde su familia la acogió. Allí, tras semanas de cuarentena, optó por invertir en un computador y celular para grabar videos turísticos sobre Caquetá.
“Con la liquidación de mi trabajo, viajé por Caquetá. Le echaba gasolina a mi moto y me iba para una cascada, río… Grababa, editaba en el computador con un software crakeado, porque no me alcanzaba para un programa profesional, y subía los videos a redes de forma muy espontánea”, recordó para este diario.
Paloma, como Andrea Torres llamó a su moto y compañera de viaje. Foto:Suministrada a EL TIEMPO
Grababa, editaba en el computador con un software crakeado, porque no me alcanzaba para un programa profesional, y subía los videos a redes de forma muy espontánea
ANDREA TORRESCreadora de contenido
Logró monetizar un par de videos y le surgió un objetivo más grande: “Vivir de redes sociales”. Así que sus perfiles de Facebook, TikTok, Instagram y canal de YouTube los bautizó como ‘Andree Torres’ y se describió en ellos como una caqueteña amante de los viajes en moto.
“Llegamos a la cascada Las Pailas, qué hermosura, por Dios. Está en El Doncello, Caquetá”, mencionaba en uno de los audiovisuales que publicó en YouTube para octubre de 2020 y que alcanzó más de 7.500 vistas y 160 ‘me gusta’.
“Visitamos una cascada de 100 metros de altura”, decía en otro de los videos que logró alrededor de 40 mil visualizaciones y centenares de ‘me gusta’ en la página de Facebook.
Andrea se fijó una meta más ambiciosa al ver la difusión de sus producciones y el respaldo de más de 100 mil seguidores en Facebook, 40 mil de TikTok y seis mil de YouTube. Con Paloma, como llamó a su moto, emprendió una aventura ya no por Caquetá, sino por Colombia: “Fue una travesía de cinco meses, conocí 18 departamentos y mostré cómo es viajar en solitario con una moto de bajo cilindraje”.
‘Andree Torres’ en su viaje en moto a La Guajira. Foto:Suministrada a EL TIEMPO
El viaje lo denominó Proyecto Centauris. Arrancó desde el Caquetá con destino a la otra punta de Colombia, La Guajira. Hizo 41 capítulos de la travesía por carreteras, montañas, valles, pueblos y ciudades diversas del país.
“Un lugar tan único, tan ancestral. Me llevó lo más bonito que es saber que acá viven en comunidad; son gente amable y atenta”, afirmó cuando se impresionó por la vida en el Cabo de la Vela.
Sin embargo, su intención de rodar por el país a bordo de Paloma se estancó. El dinero para costear cada trayecto empezó a escasear. “Estoy haciendo esto por amor, pero no estoy recibiendo retribución económica”, pensaba, pues la monetización de los videos no cubría todos los gastos.
“Lo único que me salvaba era que estaba en la casa de mi mamá, gracias a Dios, ella siempre me dio la mano. Me liberaba del pago de arriendo, de los servicios, pero debía pagar el internet, la gasolina de la moto y otros”, enfatizó.
Andrea Torres, colombiana deportada de Estados Unidos. Foto:Suministrada a EL TIEMPO
(Lea: Los años de cárcel que enfrenta el deportado ‘tiktoker’ ‘Leito Oficial’; fiscal de Venezuela explicó delitos).
Una cita por CBP One que nunca llegó
Al sentir que no tenía opciones laborales en el país, llegó a su cabeza la idea de migrar a Estados Unidos: “Esperar una visa se demoraba un año y medio, para irse por estudios se necesitaban buenos recursos, entonces, decidí hacerlo por la vía del asilo”.
Convenció a su mamá para que le prestara dinero y se fue con lo mínimo en un avión a Ciudad de México en diciembre de 2024. El plan era, una vez en territorio azteca, solicitar una cita mediante la aplicación CBP One, en la que inmigrantes podían programar un espacio para ser escuchados por las autoridades estadounidenses en determinados puntos fronterizos y ser cobijados con medidas de protección.
CBP One dejó de estar disponible en diciembre de 2024. Foto:CBP / AFP
Esperé un mes y medio la cita por CBP One, pero no había
ANDREA TORRESCreadora de contenido
A partir de datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, 936.500 personas lograron programar citas desde enero de 2023 hasta diciembre de 2024; en este último mes el aplicativo dejó de funcionar.
“Esperé un mes y medio la cita por CBP One, pero no había. Como ya había hecho la mitad del viaje hasta México, decidí ir a la frontera, el tramo final, pagando los servicios de un coyote”, expresó Andrea para EL TIEMPO.
Imagen de Andrea Torres en camino a Juárez, en la frontera de México y Estados Unidos. Foto:Suministrada a EL TIEMPO
(Puede ver: El video policial cuando sorprendieron a estudiante colombiano en Estados Unidos; lo capturaron y deportaron).
El 19 de enero de 2025, cuando en Washington finiquitaban la logística de la toma de posesión de Donald Trump para su segundo periodo presidencial, la colombiana cruzó en Juárez la frontera entre México y Estados Unidos. Una patrulla fronteriza la detuvo instantes después.
Tras quitarle los cordones a los zapatos y entregar su documento de identidad y pasaporte, Andrea y otros inmigrantes fueron trasladados a un centro de detención en El Paso, Texas.
“Llegamos a las famosas carpas blancas, unas carpas inmensas, en las que no se veía el sol. Allá uno se enteraba si era de noche o día porque había un reloj en la pared. (…) En las carpas había unas cajas, así lo llamo yo porque no tenían barrotes. Eran cajas de ocho por ocho metros”, describió.
Durante ocho días detenida siguió una rutina básica: comida, baño y siesta. Como los demás, esperaba que los agentes de migración le permitieran hablar, explicar su caso y deseo de entrar a Estados Unidos con medidas de protección, argumentando la situación de orden público que vivía en Caquetá.
No obstante, para aquel momento, el presidente Trump firmaba una serie de órdenes ejecutivas en Washington que cambiaron el panorama de la frontera con México. Las instrucciones del mandatario fueron certeras, según dijo la Casa Blanca en un comunicado:
“Autorizar y ordenar al Departamento de Seguridad Nacional, al Departamento de Justicia y al Departamento de Estado a tomar todas las medidas necesarias para repeler, repatriar y expulsar de inmediato a los extranjeros ilegales a través de la frontera sur de los Estados Unidos.
Restringir aún más el acceso a las disposiciones de las leyes de inmigración que permitirían a cualquier extranjero ilegal involucrado en una invasión a través de la frontera sur de los Estados Unidos permanecer en el país, como el asilo”.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Foto:EFE
En otros términos, el plan para Andrea y centenares de inmigrantes era más complicado. “Nosotros no podíamos ver noticias allá en la caja. No sabíamos que Trump iba a limitar el asilo. Si hubiéramos sabido eso, pues no hacíamos todo ese recorrido para entregarnos. ¿Para qué?”, cuestionó.
(Lea también: Cómo funcionará la CPB Home que creó Trump en Estados Unidos para que inmigrantes se ‘autodeporten’).
El primer vuelo de la FAC en el que deportaron a Andrea Torres
La noche del 27 de enero, ella fue retirada de las carpas de detención. La trasladaron a una sala, donde le devolvieron sus pertenencias. “Nos dimos cuenta de que nos iban a deportar porque nos entregaron el pasaporte”, recordó en charla con este diario.
No era la única colombiana que regresaría. Para su sorpresa, en la sala había una docena de connacionales, varios de los cuales habían viajado en un vuelo militar que no logró aterrizar en Bogotá y fue devuelto a Estados Unidos. Ese vuelo había sido el detonante de un enfrentamiento entre los presidentes Trump y Petro.
“Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece. Por eso hice devolver los aviones militares estadounidenses que venían con migrantes colombianos”, dijo aquella vez el presidente Petro mediante un mensaje de su cuenta de X. Por la negativa, el presidente Trump amenazó con imponer aranceles, suspender los trámites de visa y recovar las visas para funcionarios colombianos.
Tras la escalada diplomática, el presidente Petro ordenó en el envío de aviones de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) para facilitar el regreso de los deportados. Andrea se subió a la primera de esas aeronaves.
(Más: Video | Las durísimas palabras de Trump para los deportados colombianos tras reclamos del presidente Petro).
Colombianos que fueron deportados en la noche del 27 de enero de 2025 en avión de la FAC. Foto:Consulado de Colombia en Houston
“Nosotros no sabíamos que Petro se había peleado con Trump. En el aeropuerto vimos al avión con la bandera de Colombia, ahí supimos que habían mandado un avión para nosotros. Había mucha prensa”, agregó para EL TIEMPO.
Las reflexiones al regreso a Colombia
Si salimos del país, fue porque estábamos buscando una oportunidad.
ANDREA TORRESCreadora de contenido
91 deportados desde El Paso, Texas, viajaron en el avión de la FAC que aterrizó en Bogotá la mañana del 28 de enero. A su descenso de la aeronave, algunos fueron fotografiados. Andrea apareció en una de las imágenes que el presidente Petro publicó en sus redes sociales: portando una sudadera y un tapabocas, con el pasaporte en una de sus manos y en la otra, una botella de agua.
Andrea Torres, en una de las fotos que compartió el presidente Petro. Foto:Facebook: Gustavo Petro
“Si salimos del país, fue porque estábamos buscando una oportunidad. Es fácil para las personas, detrás de un celular, criticarnos y decir que hicimos todo mal. (…) ¿Qué más desearía uno tomar una visa de trabajo o estudio? Muchas personas me dicen que me fui ilegal, pero si yo hubiera podido tener la oportunidad económica, el tiempo suficiente o la oportunidad de que una empresa de Estados Unidos me reclutara para poder trabajar, créame que la historia sería diferente”, reflexionó.
Andrea regresó a Caquetá para una nueva etapa. Se vinculó a un medio de comunicación digital de la región y analiza cómo retomar los videos para redes sociales. No quiere dejar de lado el sueño de viajar con Paloma por toda Sudamérica.
De las ayudas para los deportados anunciadas por el Departamento de Prosperidad Social no tenía conocimiento detallado: “Me he enterado por redes sociales, pero no nos han llamado para notificarnos”.
(Vea: Prosperidad Social entregará subsidios a los colombianos retornados: vea los requisitos para aplicar).
‘Andree Torres’ volvió a Caquetá. Foto:Suministrada a EL TIEMPO
Ahora, según dijo, valora mucho más Colombia: “Uno desearía decir, en el lugar del sueño americano, el sueño colombiano. Solo hasta cuando uno sale, valora el lugar de donde viene. Y si estamos otra vez en Colombia, hay que aprovechar la oportunidad para crear cosas diferentes”.
(Más historias: ‘Fui au pair en Estados Unidos; terminé maltratada y demandé’: travesía de colombiana).
SEBASTIÁN GARCÍA C.
Periodista de Redacción Últimas Noticias de EL TIEMPO