Hay lugares que, a pesar del sol radiante, las playas cercanas y las palmeras meciéndose con el viento, no logran contagiar alegría. En un estado como Florida, donde la postal suele ser de vacaciones eternas, hay una ciudad que parece ir en sentido contrario.
Se trata de Jacksonville, que acaba de ser señalada como la ciudad menos feliz del estado. El dato no pasó desapercibido, especialmente porque deja al descubierto una realidad inesperada en pleno corazón floridano.
¿Cómo se determinaron las ciudades menos felices de Estados Unidos?
Para llegar a la clasificación final, el estudio analizó más de 180 ciudades en todo el país y cruzó datos que van mucho más allá del dinero. El objetivo fue detectar qué tan bien se vive realmente en cada lugar.
El análisis se centró en tres grandes áreas: bienestar emocional y físico, ingresos y empleo, y vida comunitaria. Esto incluyó desde tasas de depresión y calidad del sueño hasta satisfacción laboral, seguridad en el trabajo, cantidad de horas libres, nivel de pobreza y hasta cuántos parques hay disponibles.
La idea era entender qué tan feliz se siente una persona viviendo en determinada ciudad, más allá de su salario o el clima local. WalletHub dejó en claro que, aunque el dinero puede ayudar, hay un límite: ganar más de US$75.000 al año no necesariamente garantiza una mayor satisfacción.
¿Cómo se posicionó Florida en términos generales?
Jacksonville, en cambio, mostró un escenario más complicado: solo su entorno y vida comunitaria se salvaron del promedio. El resto de los indicadores –como empleo, ingresos y bienestar general– la dejaron muy atrás frente a otras ciudades del estado.