Vie. Abr 18th, 2025
En la Semana Mayor, la carne que se sirve en la mesa de los católicos pasa de rojo a blanco. Es una tradición que determina la iglesia, donde los feligreses optan por comer pescado seco o carnes blancas en vez de seguir el ayuno o la abstinencia.
Corabastos es el lugar donde se arma el plato de comida desde el inicio. La central de abasto más grande de la ciudad también se adapta a la costumbre religiosa. Algo necesario por la capacidad de distribución.
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La mojarra entra en la oferta que tiene la central en vitrinas. Foto:Cortesía de Kelin Villanueva

La cultura de comer carne blanca ha cambiado

Las especies de pez cuero llanero, dorado, capaceta, cajaro, escama llanera y el pirarucú son las más destacadas variedades de pescado seco para tener de alimento en esta semana.
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Este tipo de pescado pasa por todo un proceso de conservación al aire libre. Foto:Cortesía de Kelin Villanueva / Corabastos

Sin embargo, los bogotanos consumen otras variedades de pescado que vienen del río, el mar y de cultivo en la Semana Santa. Muchos de los productos llegan desde las corrientes de los ríos de tierras cálidas y regiones como Magdalena, Amazonas, Orinoco, Cauca, Meta, Arauca y Guaviare.
Los compradores también podrán saborear a especies importadas de otros países como el salmón (Canadá y Chile), la basa en filete (Vietnam), mariscos (Ecuador y Perú) y bocachico (Argentina). Las vitrinas se convierten en un centro donde naciones y regiones se reflejan a través de la piscicultura.

Corabastos es quien despierta al mismo sol

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Por la central pasan más de 2 millones de toneladas al año de productos básicos. Foto:Cortesía de Kelin Villanueva / Corabastos

Un sábado cualquiera, a las 7 a. m., hay movimiento de clientes que buscan sabores y trabajadores que tienen todo eso y más por ofrecer.
Está la madre que arrastra un carrito de metal con dos ruedas, cargando con libras de cada producto que le gusta cocinar. Por otro lado, ya una pareja de vendedores se está yendo en su auto, lleno en el asiento de atrás y el baúl con productos a surtir su tienda de barrio a partir de guacales durante la semana.
El camionero que está terminando de dejar una gran carga de cebollas en las bodegas, después de un largo trayecto. Otros conductores ya partieron devuelta, porque llegaron a las 3 a.m. a descargar. Por ahí, un cotero va pasando con un bulto mientras que todos le dan paso.
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En la logística de Corabastos participan más de 5.600 comerciantes Foto:Cortesía de Kelin Villanueva / Corabastos

Las apuestas por el consumo aumentan

Hay gente que prefiere consumir pescado durante toda la Semana Mayor. Aunque hay gente que inicia el ayuno de carnes rojas desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección.
De todas formas, el gerente general y los vendedores de la central garantizan productos frescos y buenos precios. Corabastos es visitada constantemente por la Secretaría de Salud del Distrito. La Superintendencia viene con menor periodicidad, pero está pendiente de los movimientos de la central.
Cuando inicia la Semana Santa, las rutas de los compradores cambian. La gente va y compra más de lo normal en las pescaderías. Inicia una época de oración y de restricción de comer carnes rojas. Ahí es cuando el comercio pesquero llega como aliado, desde los refrigeradores hasta el fogón de la cocina.
Dentro de cada bodega hay puestos y experiencias. Los comerciantes ofrecen colores y sabores de todo el país en forma de frutas, verduras y carnes para la mesa. Ir a este lugar es tener que pensar cómo y con qué ingredientes va a manar un delicioso aroma por la sazón de cada plato.
PAULA ROZO
ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO

Por CHMATOS