Mié. Abr 9th, 2025
Llegó abril y la televisión colombiana sigue siendo un homenaje a lo mismo. Nada cambia. Todo igual. Viva la nada. Llegar a la casa, prender el aparato, apagar el cerebro y entrar en modo relajamiento.
Si uno va a la tele privada. El primero de abril el rating indicaba que gana Yo me llamo (décima temporada) y le siguen Nuevo rico, nuevo pobre, La casa de los famosos (segunda temporada), Noticias Caracol 7 p. m., Darío Gómez, el rey del despecho. A excepción de la historia del famoso cantante popular que nos hace sentir los dolores del alma campesina que nos habita… todo es lo mismo de todos los años: el homenaje a la nada.
Si uno va a los canales regionales. Nada. Solo propaganda del jefe como información y mucho programa de gente hablando en estudio. Nada que sobresalga.
Si uno va a las plataformas, buscas en Prime, Netflix, Disney, Max, Apple y nada encuentras. Tal vez, Medusa porque somos colombiches, pero la ves y la olvidas. Menos mal apareció Adolescencia, que está muy bien hecha, es corta y nos pone a pensar en nuestro estado de salud mental. En las plataformas, de pronto aparece algo que nos mueva el tedio, pero no mucho. La nada infinita.
Si uno va a la radio que se oye, es esa de solo éxitos, malos chistes de matoneo público, le pago la culebra, regalos, premios, gritería e insoportabilidad moral de unos señores y señoras opinando tanta tontería que da bronca que tengan ese derecho al decir impune.
Mejor dicho, si Petro dejara de trinar como un desubicado y se dedicara a gobernar, a gestionar, a hacer hechos, los medios, los periodistas, los opinadores morales de alta clase se aburrirían al infinito. Llegaría el tedio. Y todo sería la nada infinita. Gracias, Petro, por entretenernos tanto, lástima que fue elegido para gobernar.
ÓMAR RINCÓN
Crítico de televisión

Por CHMATOS