Los líos en movilidad y seguridad que causa el atraso en siete puentes en Bosa: ¿cuándo se entregará?

Donde solo hay tierra, arena, escombros, estructuras que apenas parecen iniciadas y una concurrida área delimitada por conos viales y mallas polisombras y enormes embotellamientos de tráfico a su alrededor, ya debería verse una estructura que asemejara lo que son siete puentes, una ciclorruta, una malla vial y una zona verde. 

Hace dos años se le prometió a los bogotanos que para el 25 de diciembre de este año se entregaría una obra de gran tamaño y con un presupuesto que asemeja su grandeza en la localidad de Bosa en Bogotá.

Como solución, en 2022 se concretó un contrato de 181.740.991.864 de pesos, que se contemplaba la construcción de seis puentes vehiculares: dos rectos y cuatro curvos —para conectar la autopista Sur y la avenida Bosa— un puente peatonal, 2,6 kilómetros de ciclorruta, un carril de 1,06 kilómetros y una zona verde de 22.551 metros cuadrados.

La obra no ha tenido avances significativos desde entonces, ya que a la fecha la obra se encuentra en un atraso del 30,34 por ciento, de acuerdo con el Visor de Proyectos del IDU a corte del 30 de abril de este año. 

Sin embargo, el IDU modificó la meta de avance debido a que falta la entrega cuatro predios que impidieron la construcción de dos frente de obra y tiene cuatro meses para tener los terrenos. A esto se le suma la situación que enfrenta la comunidad vecina de la obra, pues aseguran no ver cambios.

EL TIEMPO se trasladó hasta la zona para ver la situación en la que se encuentra el megaproyecto. Cerca del Terminal de Transporte del Sur de Bogotá entre el caos de carros y motos que tan solo para pasar 400 metros de vía deben esperar alrededor de 15 minutos yacen las estructuras de la intersección a desnivel de la Autopista Sur (NQS) con Avenida Bosa, uno de los proyectos de la capital que tienen un presupuesto que se compara con proyectos de carácter nacional.

Son más de 181 mil millones de pesos que fueron destinados a la creación de estos puentes, lo que equivale a comprar cerca de 32 apartamentos de 391 metros cuadrados en Rosales. Es más, para que un ciudadano que gana un salario mínimo actual llegue a tener una suma cercana a la invertida en los puentes de Bosa tendrían que pasar un poco más de 10 mil años.

“Antes habían como 160 personas trabajando, pero en diciembre nos dijeron que la obra se frenaría. Ahora veo casi 30 trabajadores y no hay cambios. Tengo la esperanza de estar vivo para cuando terminen con esto”, aseguró Arturo.

Unos cuantos metros de este puesto de venta informal se encuentra un pequeño local de bicicletas en el que trabaja José Daniel Fandiño, el comerciante le aseguró a este diario que a pesar que este año ha habido algo de movimiento en general es un proceso muy lento.

“El año pasado los del IDU estuvieron aquí porque al parecer hubo un detenimiento de la obra; se quedó quieto por dos meses y muchos trabajadores fueron despedidos”, explicó Fandiño.

Pero, ¿por qué se paralizó la megaobra? Lo primero que debe saber es que este es un proyecto que fue contratado por el Consorcio Los Torres que estaba conformado por 4 empresas. Tomas Llavador Arquitectos e Ingenieros SL sucursal, Colombia, ALEPH Ingeniería y Consultoría S.A.S, Conurma Ingenieros, Consultores SL sucursal Colombia y Sigt Ingenieros y Consultores S.A.S..

De acuerdo con el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) la empresa ALEPH Ingeniería y Consultoría S.A.S fue inhabilitada por un incumplimientos a dos contratos, que no eran con la misma entidad, sin embargo por este motivo no se le dio la capacidad de seguir en ninguna otra obra o proyecto.

El resultado para la construcción que se realiza en la localidad de Bosa fue un total detenimiento del trabajo por 24 días, esto fue entre el 6 al 30 de diciembre y se reinicio el 31 de diciembre 2024.

Por los incumplimientos contractuales el consorcio actualmente enfrenta un procedimiento sancionatorio por presunto incumplimiento en la “ejecución de obras y trámites administrativos” y por ello se podrían estar enfrentando a una multa de 2.700 millones de pesos.

“ConConcreto ha venido presentando unos retrasos en algunos de sus proyectos, les estamos dando todas las garantías para que se nivelen y vuelvan a tener a tiempo los cronogramas”, explicó el director del IDU, Orlando Molano.

A esto se le añaden problemas de seguridad, pues tanto Arturo como José Daniel aseguraron que en las noches en las mallas polisombras algunos episodios de hurto que con la poca iluminación de la zona se dan con más facilidad.

Los atrasos de acuerdo con Fandiño han generado un impacto en su clientela, pues al estar rodeados por todo el material que rodea la construcción se vuelven casi invisibles al público, por lo que sus ventas han bajado e incluso algunas personas no conocen de la existencia de su local.

Es una esperanza de la comunidad que la obra se haga pues ponen sus expectativas y sueños en que mejore la situación de sus negocios, la congestión vehícular y la inseguridad. 

REDACCIÓN BOGOTÁ