La lupa de Air-e Intervenida se posó nuevamente sobre los escurridizos «vampiros» de energía, desplegando operativos técnicos que dejaron al descubierto una red de defraudación de fluidos con tentáculos en varios municipios del Atlántico, así como incursiones en Magdalena y La Guajira.
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Una revisión minuciosa de los técnicos de Air-e reveló la existencia de 15 casos de hurto de energía con diversas modalidades: 7 líneas directas evadiendo por completo la medición, 3 medidores con sospechosos puentes externos en sus borneras, 2 equipos perforados con claras señales de manipulación y 3 medidores con evidentes marcas de herramientas, lo que sugiere intentos de alteración.
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Operadores de Air-e detectaron el fraude en el conjunto residencial. Foto:Cortesía Air-e
La ofensiva de Air-e no se limitó a la zona urbana. En la tranquilidad de la zona rural de Usiacurí, los técnicos detectaron dos casas fincas conectadas directamente a la red eléctrica, operando en la clandestinidad sin ningún registro en el sistema comercial de la empresa, evidenciando un hurto flagrante y prolongado.
#Entérate🌀 Continuamos desplegando acciones contundentes contra el hurto de energía en Atlántico, Magdalena y La Guajira. Es así como, durante la última semana, detectamos nueve casos en comercios, fincas e inmuebles, cuyos fraudes superan la suma de los 854 millones de pesos.✅ pic.twitter.com/jEbOjW8khs
— Air-e Intervenida (@Aire_Energia) April 9, 2025
En Sevillano, zona rural de Ciénaga, Magdalena, los técnicos encontraron un transformador de 75 kVA alimentando directamente una plastiquera, una conexión de alto consumo que operaba al margen de la ley.
En el municipio de Salamina, Magdalena, la manipulación se centró en un medidor de un establecimiento comercial de expendio de bebidas alcohólicas, ubicado en la calle 11 con carrera 3, buscando alterar el registro del consumo real.
En San Juan del Cesar, una conexión ilegal a través de una red trenzada alimentaba varios locales comerciales en la carrera 6 con calle 2Sur. Y en Riohacha, una ferretería ubicada en la calle 37 con carrera 12C fue sorprendida con una línea directa evadiendo la medición.
Ante la magnitud de los casos detectados, Air-e reiteró con firmeza que la defraudación de fluidos es un delito con graves consecuencias penales.
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Quien se apropie ilegalmente del servicio de energía, utilizando mecanismos clandestinos o alterando los equipos de medición, puede enfrentar penas de prisión de hasta 72 meses y multas de hasta 150 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Para los establecimientos comerciales involucrados, estas prácticas irregulares pueden acarrear el cierre temporal de sus negocios.
«La empresa reafirma su compromiso de seguir intensificando los operativos para desarticular estas redes de fraude y garantizar un servicio justo y equitativo para todos los usuarios», indicó la compañía en un comunicado.