Kerry Joanne Wilkins era una mujer de 35 que murió debido a una insuficiencia hepática, después de tres días de que comenzara a mostrar los primeros síntomas. Su hermana, Jessica Matilda Wilkins, contó la dura travesía que le tocó vivir debido a que los médicos ignoraron los signos de alarma.
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La mujer de 35 años no tenía ningún problema previo de salud, sino que era todo lo contrario: era una persona sana que le gustaban los deportes y compartir con su familia, ya que era demasiado apegada a sus sobrinos.
La vida de Kerry Wilkins cambió luego de acudir al departamento de urgencias del Hospital Colchester en Essex, Inglaterra, tras sufrir síntomas como sofocos, manchas en la piel y vómitos.
La mujer sintió fuerte dolores. Foto:iStock
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Así fue el sufrimiento de Kerry
Su hermana no podía creer lo que le habían dicho y más porque decidieron darle el alta y no le aplicaron ningún tratamiento correspondiente para tratar la enfermedad.
“Estábamos en shock todo el tiempo que estuvo en el hospital; nos estaban dando el alta. Deberían haberle puesto un hígado nuevo; no sabemos por qué decidieron no ponérselo. Kerry era una mujer sana de 35 años, no tenía hijos, pero siempre estaba de vacaciones con su familia y sus sobrinos y sobrinas”, manifestó Jessica.
Aunque el diagnóstico no era el mejor, toda su familia pensó que iba a salir adelante, pero la realidad terminó siendo otra, tanto así que todavía no superan su muerte.
Algo que todavía no entiende su familia es qué causó la insuficiencia hepática debido a que nunca presentó síntomas y tampoco recibió el tratamiento adecuado.
Los médicos ignoraron los síntomas. Foto:iStock
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A pesar de que le dijeron que el hígado de Kerry estaba fallando, lo único que le dieron fue morfina y pastillas contra las náuseas, pero ella estaba completamente delirante, tanto así que no era capaz de reconocer a su familia.
“Kerry estaba completamente delirante, tenía los ojos grises y no podía comunicarse con nosotros. Cuando lo comentamos con las enfermeras y el especialista, que estaban en la sala en ese momento, dijeron que era normal”, dijo.
Jessica pedía a gritos que salvaran a su hermana y, aunque le cambiaron la medicación para tratar la enfermedad, un día ella quedó inconsciente y fue llevada a cuidados intensivos porque sus órganos estaban fallando.
“Fue un shock absoluto para el sistema ver a Kerry en cuidados intensivos. ¿Por qué la dejaron llegar a ese estado antes de ayudarla?”, argumentó.
Después de varios días fue ingresada a UCI. Foto:iStock
Aunque Kerry Joanne Wilkins dejó un vacío en su familia, siempre la van a recordar por ser el alma de la fiesta y por el amor que le tenía a sus sobrinos.
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WENDYS PITRE ARIZA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO