Existe un gran debate entre expertos sobre muchos de los aspectos del sueño infantil. De hecho, uno de los más grandes es si es sano o sirve dejar llorar a un bebé para que aprenda a dormir solo.
Olga Lucía Yepes, quien es especialista en psicología clínica y desarrollo infantil, magíster en psicología clínica y en neuropsicología clínica, certificada como consultora de sueño infantil y con experiencia de 15 años en el manejo de problemas emocionales y de comportamiento, habló en entrevista con EL TIEMPO sobre este tema y reveló si realmente es bueno tomar este tipo de decisiones frente al sueño de los bebés.
Olga Lucía Yepes, especialista en psicología clínica y desarrollo infantil. Foto:Cortesía
0-3 meses: de 14 a 17 horas al día, incluidas las siestas, las cuales pueden ser cuatro o más.
4-6 meses: de 12 a 15 horas al día, incluidas las siestas.
6-12 meses: de 12 a 14 horas al día, incluidas las siestas.
1-2 años: de 11 a 14 horas, incluidas las siestas, que pueden ser una sola.
3-5 años: de 10 a 12 horas al día, sin siesta.
Los bebés recién nacidos necesitan aproximadamente 18 horas de sueño cada 24 horas, las cuales se pueden dividir 50% en el día y 50% en la noche, de acuerdo con Yepes.
Sin embargo, los recién nacidos tienen despertares completos durante la noche porque es necesario que sean alimentados frecuentemente y, además, tienen un sueño todavía muy inmaduro. A medida que crecen y el sueño va madurando, los despertares tienden a disminuir para convertirse en microdespertares, afirmó la experta a EL TIEMPO.
Ahora bien, la neuropsicóloga señaló que, si los bebés se dejan dormir más tiempo durante el día del que sus necesidades requieren, la noche se verá afectada. Puede que les cueste conciliar el sueño y que tengan mayores despertares nocturnos.
A medida que los niños van creciendo, los tiempos para dormir van cambiando. Foto:iStock
¿Es sano dejar llorar a un bebé durante la noche para que aprenda a dormir solo?
Olga Lucía Yepes explicó a EL TIEMPO que dejar llorar a un bebé varias noches para que ‘aprenda’ a dormir es un método conocido como «cry it out», pero que no es recomendable por las implicaciones a nivel psicológico y emocional.
“Lo que sucede con este método es que el bebé, en un principio, va a llorar mucho, pero después tiene una descarga tan alta de cortisol, que es la hormona del estrés, que su cerebro parece que se desconectara y simplemente se cansa de llorar”, dijo la experta.
“A medida que pasan los días, se presenta lo que llamamos en psicología ‘indefensión aprendida’, donde el bebé aprende que, aunque llore, no van a venir sus figuras de apego a suplir sus necesidades afectivas”, señaló a este diario.
Cuando los bebés lloran mucho tienen una descarga alta de cortisol, que es la hormona del estrés. Foto:iStock
La neuropsicóloga infantil afirmó que, para que un bebé duerma solo, los padres o tutores deben tener en cuenta “la etapa del desarrollo en la que esté, que no esté pasando por una regresión de sueño, y la teoría del apego, en donde siempre se responden a las necesidades afectivas del niño para construir un apego seguro”.
A medida que pasan los días, se presenta lo que llamamos en psicología ‘indefensión aprendida’, donde el bebé aprende que, aunque llore, no van a venir sus figuras de apego a suplir sus necesidades afectivas
Olga Lucía YepesNeuropsicóloga infantil
La experta recomienda que la mejor edad para que un niño deje la cuna y pase a dormir solo sea aproximadamente a los 3 años.
“Para realizar esta transición, el niño debe tener interés en pasar de la cuna a una cama de niño grande, no debe haber algún cambio grande en su entorno o en su ambiente y puede que el niño haya empezado a escaparse o trepar la cuna”, explicó.
Los padres deben construir un apego seguro para los bebés. Foto:iStock
¿Los chupetes y las pantallas, aliados o enemigos?
Es bien sabido que los chupetes y los dispositivos electrónicos son ampliamente usados durante la rutina de sueño de los infantes. Estas son ‘herramientas’ que algunos padres utilizan para que sea más fácil lograr que sus hijos se duerman. Sin embargo, la pregunta es: ¿son saludables para el desarrollo del sueño infantil?
Frente a este tema, la experta, en conversación con EL TIEMPO, señaló que “el uso del chupete permite que los bebés se calmen porque ayuda con el reflejo de succión. A nivel del cerebro, la succión hace que se liberen endorfinas y serotoninas, que ayudan con el bienestar emocional y les permiten relajarse”.
(Además: ¿Qué produce la melatonina en el cuerpo? Debe saberlo antes de tomarla).
De hecho, un estudio denominado ‘Uso de chupetes durante el sueño y riesgo de síndrome de muerte súbita infantil’, de Kathleen M. N. Vennemann, el cual fue publicado en la revista científica Pediatrics, que es la revista oficial de la American Academy of Pediatrics (AAP), concluyó que los bebés que usan chupetes mientras duermen tienen un riesgo considerablemente menor de morir por síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS) en comparación con aquellos que no los usan.
El uso del chupo ayuda a disminuir el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS), según estudios. Foto:iStock
Por otro lado, el uso de dispositivos antes de dormir “afecta el sueño, ya que la luz azul que emiten estos dispositivos interfiere con la producción de melatonina, que es una de las hormonas encargadas del sueño, lo que se traduce en dificultades para que los niños concilien el sueño y logren un sueño profundo en la noche”, según afirmó la experta a EL TIEMPO.
Esta apreciación es sustentada también en un estudio publicado en la revista JAMA Pediatrics en 2019, titulado ‘Asociación entre el tiempo de pantalla y la duración y calidad del sueño en niños pequeños’, que concluye que, en definitiva, el tiempo excesivo frente a las pantallas puede tener efectos negativos sobre el sueño de los niños pequeños, reduciendo tanto la duración como la calidad del sueño.
La luz azul que emiten estos dispositivos interfiere con la producción de melatonina, que es una de las hormonas encargadas del sueño, lo que se traduce en dificultades para que los niños concilien el sueño y logren un sueño profundo en la noche
Olga lucía yepesNeuropsicóloga infantil
Por esta razón, es importante tener rutinas de sueño establecidas, en las que se evite el uso de pantallas. La experta recomienda:
Realizar una toma.
Baño (si es relajante para el bebé y no lo estimula más).
Masaje o cuento.
Apagar la luz y acostarlo en su cuna.
Las pantallas afectan negativamente el sueño de los niños. Foto:iStock
¿Cuáles son los signos que indican que un bebé está listo para dormir toda la noche sin despertarse?
Según señaló Yepes a EL TIEMPO, para que el bebé esté listo para dormir toda la noche “es necesario que se integren varios aspectos”.
(Más noticias: Cuál es la mejor posición para dormir y descansar como un bebé, según experta).
Debe tener un peso y un crecimiento adecuados para que no requiera tomas nocturnas.
Es esperable que, alrededor de los 6 meses, el sueño esté más organizado en cuanto a siestas y sueño nocturno, lo que facilita que pueda dormir toda la noche.
Debe tener rutinas adecuadas de sueño.
Se deben respetar las necesidades de sueño diurno y nocturno.
Debe aprender a conciliar el sueño de forma independiente, para que cuando haya microdespertares nocturnos pueda conectar los ciclos de sueño.
No es verdad que los bebés que duermen mal son siempre ‘difíciles’ o ‘inquietos’. Foto:iStock
Para evitar que los microdespertares se conviertan en despertares completos, “el bebé debe dormirse y permanecer en el mismo espacio en el que se duerme toda la siesta o toda la noche. ¿Qué pasaría si nosotros, como adultos, nos quedamos dormidos en nuestra cama y, a mitad de la noche, tenemos un microdespertar y despertamos en la casa del vecino? Claramente, ese microdespertar va a convertirse en un despertar completo, porque nuestro ambiente cambió completamente”.
Frente al mito de si es verdad que los bebés que duermen mal son siempre considerados «difíciles» o “inquietos”, la experta indicó queno. De hecho, los infantes que duermen mal tienen múltiples causas, como: malos hábitos a la hora de dormir, no saber conciliar el sueño de forma independiente, una mala alimentación donde se incluyen dulces, un mal uso de pantallas, y poco juego al aire libre y contacto con la naturaleza, entre otros factores que influyen en el sueño.
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¿Cómo afrontar los miedos y las pesadillas de los niños?
Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), a medida que los niños se acercan a los 2 años, empiezan a tener sueños más detallados, lo que puede incluir pesadillas. Frente a esto, la experta recomienda:
Tener una rutina establecida.
Evitar el uso de pantallas por lo menos 2 horas antes de dormir.
Permitir que duerma con algún peluche.
Si es necesario, utilizar una luz tenue pero roja, ya que no interfiere con la segregación de melatonina.
Es normal que los niños de 2 años empiecen a tener pesadillas Foto:iStock
Los padres deben acompañar su emoción y validar lo que siente porque el miedo es real
Olga Lucía YepesNeuropsicóloga infantil
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“De los 2 a los 7 años aproximadamente, los niños están en una fase del desarrollo cognitivo que implica un pensamiento mágico, lo que hace que puedan ver como reales cosas que están en su imaginación», explicó a EL TIEMPO la experta.
El rol de los padres es de acompañamiento y validación, porque “su miedo es real”, finalizó Olga Lucía Yepes.