Mathieu van der Poel, ciclista neerlandés del equipo Alpecin, ganó su tercera París-Roubaix consecutiva, imponiéndose en solitario este domingo en el velódromo de la ciudad industrial del norte de Francia, por delante de un combativo Tadej Pogacar.
El campeón del mundo esloveno y Van der Poel protagonizaron un mano a mano hasta que, a falta de 38 km para la meta, Pogacar entró demasiado rápido a una curva y acabó con la bicicleta en el suelo, dando la ocasión al neerlandés de ganar de nuevo la ‘Reina de las Clásicas’ y el octavo ‘monumento’ ciclista de su carrera, señaló AFP.
Durante los últimos kilómetros, Van der Poel recibió un golpe en su cuerpo, luego que un aficionado le tirara una caramañola, algo que pocos percibieron durante la competencia.
«Es inaceptable. Era un bidón lleno, pesaba medio kilo y yo iba a 40 km/h. Es como recibir una piedra en la cara. Me dolió mucho. Espero que podamos identificar al espectador y emprender acciones legales», dijo el pedalista.