Los científicos han aislado una molécula única en el aceite de oliva que proporciona sus beneficios cardioprotectores. Conocida como oleuropeína, este potente polifenol ayuda a reducir la presión arterial, previene la formación de placas arteriales y combate la disfunción endotelial.
Los científicos han aislado la molécula única que proporciona al aceite de oliva sus múltiples beneficios para la salud y la vida. Conocida como oleuropeína, es el polifenol que puede ayudar a reducir el colesterol malo y la presión arterial, a prevenir el cáncer, a proteger contra el daño oxidativo y a evitar el deterioro cognitivo. ¡Descubre para tu buena salud las mejores olivas caseras!
La oleuropeína proporciona el característico sabor picante, casi amargo, de los aceites de oliva virgen extra de alta calidad. También es responsable de la mayor parte de las características antioxidantes, antiinflamatorias y de lucha contra las enfermedades del aceite de oliva. De hecho, cuando se administró oleuropeína a animales con tumores, éstos retrocedieron por completo y desaparecieron en 9 o 12 días.
El olivo (Olea europaea) produce oleuropeína en abundancia tanto en sus hojas como en el propio fruto de la aceituna, y las técnicas especiales de procesamiento permiten ahora la extracción de una forma estable y estandarizada de oleuropeína. Esto significa que los consumidores pueden tener acceso a uno de los componentes más beneficiosos del aceite de oliva sin necesidad de consumir cantidades excesivas de aceite de oliva.
Los extractos de hoja de olivo y sus componentes de oleuropeína son más conocidos por sus efectos reductores de la presión arterial, pero los últimos estudios revelan que sus beneficios para la salud van mucho más allá. Otras propiedades antiinflamatorias y antioxidantes son prometedoras para combatir la aterosclerosis, la diabetes, el cáncer, las enfermedades neurodegenerativas e incluso la artritis.
Cómo beneficiarse del extracto de hoja de olivo
La dieta mediterránea ofrece una serie de beneficios que prolongan la vida y mejoran la salud.
El aceite de oliva, uno de los principales componentes de la dieta mediterránea, contiene un compuesto único llamado oleuropeína que le proporciona su característico sabor astringente y picante.
La oleuropeína es responsable de la mayor parte de las características antioxidantes, antiinflamatorias y de lucha contra las enfermedades del aceite de oliva.
Las hojas de olivo contienen grandes cantidades de oleuropeína, lo que convierte a sus extractos en una valiosa fuente de este nutriente sin necesidad de consumir grandes cantidades de aceite de oliva.
Los extractos de hojas de olivo resultan muy prometedores para prevenir o mitigar enfermedades tan diversas como la hipertensión, las cardiopatías, la diabetes, el cáncer, los accidentes cerebrovasculares, el Alzheimer y la artritis.
Presión arterial
Los estudios en animales demuestran que los extractos de hoja de olivo provocan una disminución significativa de la presión arterial elevada. Es sorprendente que estos efectos sean evidentes cuando la suplementación se produce antes o después de que los animales desarrollen hipertensión. Esto significa que los extractos tienen la capacidad de prevenir y tratar la hipertensión arterial.
El descenso de la presión arterial va acompañado de una reducción de la presión en el ventrículo izquierdo del corazón. Esto da lugar a una mejora del flujo sanguíneo hacia los vasos coronarios del propio corazón. Otros estudios en humanos demuestran la capacidad de los extractos de hoja de olivo para reducir significativamente las mediciones de la presión arterial.
Estudio de gemelos
Un estudio especialmente fascinante se llevó a cabo entre gemelos idénticos con hipertensión (presión arterial en el rango de 120-139 mmHg sobre 80-89 mmHg). Los estudios de gemelos idénticos eliminan prácticamente las variaciones genéticas que pueden afectar a los resultados del estudio.
Después de 8 semanas, los receptores de placebo no mostraron ningún cambio en la presión arterial con respecto a la línea de base, pero los pacientes suplementados con 1.000 mg/día de extracto de hoja de olivo redujeron sus presiones en una media de 11 mmHg sistólica y 4 mmHg diastólica. Los pacientes suplementados experimentaron reducciones significativas del colesterol LDL.
En un estudio en humanos se comparó el extracto de hoja de olivo con el captopril, uno de los fármacos convencionales utilizados para tratar la hipertensión. En este estudio, los pacientes con lo que ahora se considera hipertensión en fase 2 (140-159 mmHg sobre 90-99 mmHg) tomaron 500 mg de extracto de hoja de olivo dos veces al día o 12,5 mg de captopril dos veces al día, que se aumentaron según las necesidades hasta 25 mg dos veces al día.
Tratamiento de 8 semanas
Tras 8 semanas de tratamiento, ambos grupos experimentaron un descenso de la presión arterial media respecto a la inicial (11,5 y 13,7 mmHg de sistólica; 4,8 y 6,4 mm Hg de diastólica, respectivamente), sin que hubiera diferencias significativas entre los dos grupos. En otras palabras, el extracto de hoja de olivo funcionó tan bien como el medicamento recetado. Un examen más detallado en el laboratorio revela la razón de esta equivalencia.
Aunque utilizan mecanismos de acción diferentes (la oleuropeína actúa como un bloqueador natural de los canales de calcio y el captopril es un conocido inhibidor de la ECA), tanto la oleuropeína como el captopril actúan en el interior de la vasculatura para disminuir la tensión de las paredes de los vasos sanguíneos y promover el ensanchamiento de los mismos (vasodilatación), reduciendo en última instancia la presión arterial.
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