Con drama, por fin Rory McIlroy completó su 'grand slam' (Llegando al 'green')

La final del Masters 2025 volvió a demostrar lo impredecible y cruel que puede ser el golf. Rory McIlroy sufrió para conseguir, por fin, el único Major que le faltaba.

Rory, que comenzó su vuelta con dos golpes de ventaja, buscaba lo que hacía 11 años no podía obtener, un Major, y en especial, el Masters, después de haber visitado en 17 ocasiones la casa de las azaleas sin poder ganar. 

Cerró la vuelta bajando también en el 9 y a pesar del desastroso inicio, pasó con 35, uno bajo par, tomándole dos más de ventaja a su inmediato rival, DeChambeau, quien en los 11 y 12 salió de la disputa del título.

Antes de iniciar el par 5 del hoyo 13, todo parecía ser un paseo victorioso del norirlandés. Pero como se anotó al principio, en el golf es muy difícil pronosticar. Un hoyo donde McIlroy trató de cuidar la ventaja que traía se convirtió en su calvario. Terminó haciendo 7 de una manera absurda. Sorprendido con ello, llegó al 14 y se subió otro golpe más. Ahí se acabó la ventaja que traía.

La pelea ya no era con Bryson DeChambeau, sino con otro jugador del Reino Unido, el inglés Justin Rose, primer ganador de la medalla de oro cuando el golf retomó su estadía en los Olímpicos.

Pegó un tremendo driver al centro del fairway, que es la parte difícil de ese hoyo. Y cuando todos apostaban a celebrar el gran triunfo del norirlandés, a 125 yardas, inexplicablemente, falló por la derecha al bunker y terminó haciendo bogey para tener que salir a un desempate con Justin Rose, que practicaba esperando que las cosas salieran como al final se dieron.

El desempate fue dramático. Se fueron al hoyo 18, como es lo usual, a la muerte súbita. Rose pegó un segundo tiro excelente, dejando la pelota a cinco metros del hoyo, pero Rory estaba para entrar en la historia grande del golf de todos los tiempos: la dejó a un metro, Rose falló el putt y Rory consiguió el título que le hacía falta para ser el sexto hombre en la historia del golf en conseguir los cuatro títulos grandes. Gene Sarazen, en 1935; Ben Hogan, en 1953, Gary Player, en 1965, Jack Nicklaus, en 1966, y Tiger Woods, en 2000, fueron sus antecesores.

Sin duda alguna, la emoción fue inmensa, tanto de los aficionados al golf como del mismo Rory, que había logrado su primer Major en 2011, cuando ganó el US Open. Luego obtuvo el PGA en 2012 y 2014 y el Británico en 2014. Pasó 17 veces por la casa de las azaleas y fue en esta última donde, a los 35 años, logró hacerse con una victoria maravillosa.

Lamentablemente, el último día, con unas banderas muy complicadas, Nico hizo tres putts para bogey en el hoyo 3, y luego en el 5, muy cerca de la bandera. De allí en adelante las cosas no fueron las mejores. Terminó con una vuelta triste de 84 golpes, pero a pesar de ello nos dejó un grato sabor y demostró que tiene con qué para estar disputando las mejores pruebas del golf mundial.

El morbo que se presentaba para la última vuelta entre Rory, del PGA Tour, y DeChambeau, del LIV, sirvió para que el Masters de 2025 fuera uno de los eventos del golf con más audiencia en el mundo. Los aficionados seguimos esperando que este lío se arregle pronto y los podamos encontrar a los unos y a los otros con mayor frecuencia en los grandes torneos del golf. El mes entrante nos espera el segundo Major del año, el PGA Championship, y veremos cómo se comporta el flamante campeón del Masters, ya sin ese peso que tenía encima de no poder conseguir el grand slam.

El número uno del mundo no destiñó. Sin mostrar todo su poderío, Scottie Scheffler terminó de cuarto, a tres golpes del líder, y hay que ver también cómo se comporta en el próximo Major, porque a diferencia del año pasado, donde a esta altura ya tenía varias victorias, en este 2025 no ha podido conseguir un triunfo. 

Llegando al ‘green’

Germán Calle

Para EL TIEMPO