El trastorno de ansiedad es un tema que afecta a muchas personas en todo el mundo. En el siguiente artículo, te diremos todo lo que necesitas saber sobre esta condición médica. La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo al estrés, pero cuando se vuelve intensa, persistente e incontrolable, se convierte en un trastorno problemático que debe ser tratado por profesionales, como Psicopartner. Ya sea que estés experimentando síntomas, o quieras saber más sobre esta enfermedad, te recomendamos que nos acompañes.
¿Qué es el trastorno de ansiedad?
Es un término que abarca diversas condiciones psicológicas caracterizas por una intensa y excesiva experiencia de ansiedad desproporcionada en relación con la amenaza percibida.
Esta respuesta puede manifestarse con síntomas como: palpitaciones, sudoración, temblores y tensión muscular. También como preocupaciones constantes sobre eventos futuros y pensamientos intrusivos.
Es una rama bastante amplia y compleja. De hecho, existen diversos subtipos de trastornos de la ansiedad, como:
- Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)
- Trastorno de pánico
- Trastorno de ansiedad social
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
¿Cómo se siente el trastorno de la ansiedad?
Aunque las experiencias varían entre individuos, se pueden identificar diversas sensaciones y emociones asociadas a esta condición médica. Por ejemplo, la persona siente preocupación persistente y temor, a menudo sin causa específica, anticipándose a las peores situaciones.
El trastorno de la ansiedad genera inquietud y nerviosismo, acompañado de angustia, irritabilidad, frustración y agitación emocional. Llega a un punto de ser desgarrador e insostenible para personas que, día tras día, tienen la difícil tarea de sobrellevar estas emociones.
También puede manifestarse a nivel físico con síntomas como palpitaciones cardiacas, sudoración excesiva, temblores, tensión muscular y dificultad para respirar. Estos pueden aumentar aún más la sensación de malestar y contribuir a un ciclo de ansiedad durante día y noche.
Tampoco podemos dejar de mencionar las consecuencias cognitivas, como dificultades de concentración, lapsos de memoria y pensamientos catastróficos. Las personas con esta condición, a menudo, luchan por controlar sus pensamientos y pueden sentirse atrapados en un estado de hipervigilancia.
Causas del trastorno de ansiedad
El trastorno de la ansiedad es una condición multifactorial en la que diversas influencias psicológicas, biológicas y ambientales convergen para desencadenar su desarrollo.
A continuación, te decimos algunos de los factores que se consideran relevante en su etiología:
- Genética. Existe evidencia de que la predisposición genética desempeña un papel importante en la vulnerabilidad al trastorno de ansiedad. Las investigaciones sugieren que ciertas variantes genéticas pueden aumentar las probabilidades de desarrollar esta condición.
- Neurobiología. Alteraciones en el funcionamiento de neurotransmisores como la serotonina, la norepinefrina y la GABA (ácido gamma-aminobutírico) pueden contribuir a la aparición de la ansiedad. El sistema límbico, una región del cerebro relacionada con las emociones, también se encuentra implicado.
- Factores ambientales. Experiencias traumáticas de la infancia, como abuso, negligencia o eventos estresantes, aumentan el riesgo de desarrollar ansiedad en la vida adulta.
- Cogniciones disfuncionales. Patrones de pensamiento negativos, rumiación e interpretación exagerada de situaciones amenazantes, contribuyen a la ansiedad crónica.
- Factores sociales y culturales. Ciertos factores socioculturales, como expectativas sociales, presión por el éxito y la exposición constante a eventos estresantes.
- Condiciones médicas subyacentes. Algunas condiciones médicas, como trastornos tiroideos o enfermedades cardiovasculares, pueden desencadenar síntomas de la ansiedad.
Tratamiento para el trastorno de la ansiedad
El tratamiento para esta condición se basa en un enfoque multifacético que aborda áreas biológicas, psicológicas y sociales de la afección.
Uno de los más comunes es la terapia cognitiva-conductual (TCC), una estrategia médica ampliamente respaldada para el tratamiento contra la ansiedad, que se centra en identificar y modificar patrones de pensamiento y comportamientos disfuncionales que contribuyen a la ansiedad. La teoría dicta que la exposición gradual a las situaciones temidas es un componente importante de esta terapia.
En casos graves o cuando los síntomas interfieren notablemente en la vida diaria, los medicamentos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o los ansiolíticos, pueden ser recetados por un profesional de la salud mental.
También existen otras estrategias para abordar la condición, como terapias de respiración profunda, relajación muscular progresiva y meditación para reducir la respuesta de la ansiedad; las terapias de exposición y prevención de respuestas compulsivas; e incluso participar en grupos de apoyo.